Buscar este blog

lunes, 28 de junio de 2010

Pincelada de tinta - Microrrelato sin título ni subtítulo

Debido una vez más a mis escasez de ideas (reconocedlo, ya hacía algún tiempo que no usaba esa excusa xD), he recurrido al baúl de los recuerdos para esta pincelada. Así que os dejo este microrrelato que escribí en enero de este año. Es una chorradilla de doscientas sesenta y siete palabras, pero ya que es corto no pasa nada por leerlo... que luego vengo aquí con relatos de ocho páginas y es peor, ¿eh? xD

¿Y qué si no quiero? A nadie le importa nunca lo que quiera un pobre hombre borracho. Unas copitas de más, sólo ha sido eso, Dios mío, y no voy a negar que la señorita que bebe su café a mi lado, ignorando mi existencia con esos maravillosos ojos de alquitrán perdidos en la nada, pues bueno, ¡es una preciosidad, sí! Pero esa no es razón para casarme con ella, mi conciencia me lo repite una y otra vez. Que uno esté borracho no significa que no pueda pensar con claridad… ¡bueno, más o menos! Claro, como soy un simple personaje de cartón en manos de una persona que pasea apasionadamente sus manos sobre un teclado con unos ojos muy abiertos tras la montura de sus anteojos, pues tengo que someterme a sus caprichos y, dado que todo tiene que suceder en un párrafo y deprisa, a mí me toca tirarme de rodillas al suelo como un romántico (¡qué patético!) y pedirle a la señorita guapa y desconocida que se case conmigo, y todos en el bar me mirarán perplejos sabiendo que el alcohol es dueño de mis actos, y la señorita se sorprenderá y dudará, pero viendo mi indumentaria y mi Rolex de oro no se resistirá a tan fácil salida de la miseria. Y ya tenemos una historia, ¡hala, qué fácil! Pues no me da la gana, no señor. Me rebelaré, escaparé sea como sea, porque en el fondo soy un sentimental y también quiero uno de esos idilios amorosos que empiezan con una amistad y luego… ¡Vaya! Parece que nuestra boda será en junio.

Madrid, 14 de enero de 2010

1 comentario:

  1. Es genial el afán que tienes últimamente por escribir sobre la escritura... A mí también me pasa. ¡Ánimo, escritora!

    ResponderEliminar