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domingo, 24 de mayo de 2009

Pincelada de arte - Los Chicos del Coro

Sí, la verdad, se me fue totalmente la pinza el viernes: se me olvidó por completo que tenía que publicar una entrada o__________O. En todo caso, la publico ahora y después me pondré al día con la que me tocaba para hoy. Aghhh, qué agobio xDDD

Hoy voy a actualizar esta pincelada con una de las películas más bonitas que nos ha dado el séptimo arte, a mi parecer: "Los Chicos del Coro", de Christopher Barratier.

“Los Chicos del Coro”, ambientada en la Francia de la posguerra, narra las circunstancias de Clément Mathieu, un profesor de música en paro que acepta el empleo de vigilante en una sombría escuela llamada Fondo del Estanque; allí tendrá que enfrentar la desconfianza de los profesores, la villanía de los alumnos y el despotismo egocéntrico del director Rachin.

Sólo por su bellísima banda sonora, esta película ya se merecería un diez. Quizás lo que le puede bajar algunos puntos es que esta fórmula de alumnos conflictivos – profe guay – música – alumnos que se vuelven buenos… está ya un poco trillada en el cine, pero no he visto aún película que trate dicho argumento mejor que “Los Chicos del Coro”


Maravillosa historia que, sin buscar la lágrima fácil, apela sin embargo a las emociones y deja con un nudo en la garganta de principio a fin, componiendo un poema a la vida en una sucesión de escenas sencillas, sí, pero contempladas de una forma soberbia. Llegas a formar parte de los personajes porque comprendes qué es lo que los mueve, y cada uno de sus diálogos te mete en la situación; por otra parte, la interpretación de los actores es digna de mención también.

Incluso siendo, como es, una película reflexiva y humana, no aburre en ningún momento, y la historia está muy bien construida: las relaciones entre el profesor y sus alumnos evolucionan lo bastante despacio como para que resulte creíble y lo bastante rápido como para no tener que pegar un cambiazo brusco al llegar al final, lo cual resultaría bastante chapucero. No hay sensiblería, hay sensibilidad: el pesimismo y la crudeza evidentes que rodean la situación al principio comienza a brillar poco a poco hasta que te das cuenta de que se ha producido una transformación en las vidas de los protagonistas. Esa escena final es un derrumbe absoluto de todas las emociones que se intenten reprimir: para mí, quizás sea la más lograda de todo el filme.

Pero si hay algo todavía más contundente que me haya hecho enamorarme de esta película es, como dije arriba, su banda sonora: una música envolvente y mágica que te transporta casi sin darte cuenta desde la primera hasta la última escena, y es imposible no conmoverse ante semejante deleite para los oídos. En resumen, una película preciosa y recomendable para todo el que disfrute de ese tipo de cine que te pone los pelos como escarpias.

Trailer aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=YNOkarACP1Q

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