Buscar este blog

sábado, 20 de agosto de 2011

Pincelada de arte - Amazing Grace

A finales del siglo XVIII, a pesar de que la esclavitud ya había sido abolida en varios estados de la franja nororiental de Norteamérica como Massachusetts y Pensilvania, Gran Bretaña aún estaba muy poco dispuesta a tal cambio. En aquella época se consideraba al esclavo una propiedad, lo cual representaba un derecho intocable. William Wilberforce, estudiante de la Universidad de Cambridge y amigo del alma del que fue primer ministro de Inglaterra, William Pitt el Joven, se convirtió en una figura pragmática de esta época. Su lucha por la abolición del comercio de esclavos, que comenzó hacia 1787, cambió la historia de la nación.

Ahora que habéis leído esta pequeña introducción y conocéis el contexto de la historia de la que vamos a hablar (enrollaos, por favor, fingid que no lo sabíais y que os he sorprendido), ya tenéis por lo menos un motivo para ver la película Amazing Grace, si es que no teníais varios ya. Este filme, dirigido por el director inglés Michael Apted, adapta la historia de Wilberforce y su batalla contra la esclavitud. Es una obra plagada de virtudes, tanto en el apartado artístico (fotografía, banda sonora, vestuario; todos estos aspectos están cubiertos de forma notable) como en su guión, con mención especial al retrato de las figuras históricas que aparecen en esta película.

Amazing Grace es una conmemoración de la abolición del comercio de esclavos en el imperio británico y también del testimonio de William Wilberforce (Ioan Gruffudd), quien aparece presentado como un hombre de muchos principios, con un gran entusiasmo y una perseverancia inquebrantable. Cada una de las escenas en las que se dirige a la oposición en la Cámara de los Comunes, o cuando retoza por la hierba de sus jardines hablando con Dios, son excelentes dibujos de los matices del personaje. Es especialmente entrañable el reflejo de su amistad con William Pitt (Benedict Cumberbatch) y con John Newton (Albert Finney), el compositor de la célebre canción que da nombre a la película.

Así la historia comienza mostrándonos a un Wilberforce confuso sobre su lugar en el mundo y sobre lo que debe hacer con su futuro (“Tengo una carrera política en ciernes y en mi corazón lo que quiero es observar las telas de araña”), con deseos de retirarse de su labor en el gobierno para alabar al Señor pero también con fuertes inquietudes sobre la situación de su país. Por otro lado, se da cuenta de que ha llegado a un punto en que intenta abarcar más de lo que pueden hacer sólo las buenas intenciones, y que necesita refuerzos para seguir adelante. La intervención de sus amigos le ayuda a tomar decisiones correctas y le brinda además el apoyo que necesita: es así como el silencio de Wilberforce se rompe y comienza su lucha contra el comercio de esclavos.

El leimotiv de la película es el himno homónimo creado por John Newton, que habla de la gracia del Salvador sobre la vida de un pecador injustificado. Hay una escena en la que el personaje de Newton, ya ciego por el paso de los años, escribe su testimonio como antiguo traficante de esclavos y relata una parte de su experiencia en los barcos de comercio, y entonces evoca un verso de su propia canción: “Una vez estuve ciego, pero ahora puedo ver… ¿verdad que escribí yo eso? Pues ahora por fin es cierto”.

Amazing Grace es una película emotiva y con una buena dosis de entretenimiento, pero también ofrece un mensaje y muchas cosas en las que pensar. Se trata de una historia que apela a la conciencia del espectador y le pide que, si no es mucha molestia (es más, aunque lo sea), reflexione sobre el mundo en el que vive y sobre los recursos que tiene para cambiarlo. Y también ofrece un desafío a aquellos que creen no tener ningún recurso.

1 comentario: