Debo
decir que no estoy muy segura de que esto cuente como novela gráfica, sobre
todo porque sé que originalmente se publicó con formato serie (y porque, la
verdad, el criterio para diferenciar entre lo que llamamos novela gráfica y lo
que llamamos cómic cada vez me parece más confuso). Pero bueno, en algún sitio
de Internet la he visto clasificada así, e Internet nunca se equivoca (…). Además,
la historia está tan bien cohesionada que en realidad es fácil leerla como una
novela.
V de Vendetta. ¿Qué
queréis que diga sobre esta obra? Escriba lo que escriba, esto se va a quedar
corto: la verdad es que es una de esas lecturas que me han dejado muy
pensativa, y podría escribir páginas y páginas expresando mi opinión. Pero me
parece que si hiciera eso os quitaría las ganas de leerla, así que en vez de
eso voy a intentar abogar por lo breve una vez más. Antes de nada, tengo que
decir que me ha gustado bastante. Admito que cuando empecé a leer creí que no
me iba a enganchar, pensaba que iba a ser una versión descafeinada de 1984, pero no: aunque sí hay similitudes
en cuanto a la inspiración, V de Vendetta
tiene identidad propia. La historia es interesante, trata temas que (todo hay
que decirlo) están a la orden del día, y plantea preguntas sobre las que nunca
viene mal reflexionar.
Si me
hubieseis preguntado mientras lo leía, y no ahora que lo he terminado,
probablemente mi opinión habría sido buena pero menos entusiasta. Tengo que
reconocer que hay algunas cosas «cuestionables», lo que hacen los personajes (sobre
todo el protagonista) a veces no tiene sentido y la historia toma unos giros un
tanto confusos, como si lo autores estuvieran más preocupados por sorprender
que por seguir lógica alguna. Y el discurso es un poco grandilocuente para mi
gusto. Entiendo que es parte del estilo que estaban buscando, pero es que a
ratos me daban ganas de replicar: «Oye, citar a doscientos escritores y soltar
frases en latín no hace que lo que dices sea más profundo».
Pero
bueno, prefiero una lectura cuestionable a una lectura que me aburra, y sí es
verdad que esta es una de esas obras sobre las que tu opinión queda mejor formada
después de digerirla durante unos días. Además, por alguna razón, el final me
pareció… perfecto. Es raro, porque parece una de las pocas cosas con las que no
han intentado sorprender, pero para mí fue una de esas raras ocasiones en las
que mientras leía tenía una vaga sensación de cómo debía terminar esta historia
para ser perfecta, que intuía conexiones curiosas entre ciertos personajes… y
el libro me dio la razón de la mejor forma posible. Solo por ese final tuve que
perdonarle muchas cosas.
Me queda
por comentar el dibujo, y en esto vais a tener que hacerme muy poco caso,
porque es un tema del que no sé nada. Al menos desde mi punto de vista
totalmente inexperto, este cómic es una obra de arte; tiene viñetas que por sí
solas podrían ser un cuadro. Aunque los diseños tan hiperrealistas me han
llegado a frustrar un poco, porque a veces incluso me costaba distinguir a unos
personajes de otros, pero al final te acostumbras. Y algunas de las secuencias
que son pura imagen, sin texto alguno, resultan sobrecogedoras.
Así que,
como decía al principio, sí que me ha gustado bastante. Es verdad que tiene cosas
cuestionables, tanto en el mensaje como en la forma de transmitirlo, pero a fin
de cuentas eso es justo lo que nos llama a hacer esta obra: cuestionar, darle
al coco, no quedarnos con la comida premasticada. Y eso, al menos conmigo, lo
ha logrado.