Vamos por partes. Sé que
publicar una entrada en este blog a estas alturas es un poco ridículo, es casi
como resucitar a un muerto para preguntarle qué hora es o algo así. Y además,
hacer una pincelada sobre un cómic que leí hace ya como un año… Mi explicación
es simple: cuando leí Batman: El largo Halloween, supe que tenía que
hablar de él en este blog sí o sí, tarde o temprano. Casi todo en El Arte de
Soñar, como podéis ver, se rige más por la norma del tarde que la del temprano,
al menos de momento eso es innegable (a ver si esta vez sí que ese hecho cambia
de forma definitiva, con este enésimo intento de empezar a darle continuidad a esto xD). De modo que, sin más palabrería introductoria, aquí está
mi reseña de este genial cómic.
El largo Halloween, de Jeph Loeb y Tim Sale, es una
historia con varias dimensiones: suspense, acción y tragedia se complementan en
un relato detectivesco que apenas te deja soltar el libro. La trama gira
alrededor de una serie de crímenes cometidos por un asesino anónimo que recibe
el nombre de “Festivo”: esto se debe a que siempre se cobra sus víctimas en
fechas señaladas como Año Nuevo, San Patricio o Halloween. La matanza amenaza
en particular a los miembros de las familias mafiosas más peligrosas de Gotham
City, y depende del comisario Gordon, el fiscal Harvey Dent y, por supuesto, el
propio Caballero Oscuro, resolver el complicado misterio.
Creo que la principal razón por la que me gustó tanto esta
historia es que se apoya en dos pilares: el suspense y el desarrollo de los
protagonistas. Y leyéndolo me he dado cuenta de que esas son precisamente las
claves para que funcione un relato de este tipo, porque provoca sensaciones
contradictorias en el lector. Por un lado la acción tan cauta, los
acontecimientos impredecibles, el misterio y la intriga del argumento hacen de
ésta una lectura increíblemente rápida: no quieres despegar los ojos del cómic
hasta saber qué pasa al final. Yo misma en ocasiones tuve que hacer esfuerzos
sobrehumanos para darle un respiro y poner el marcapáginas. Pero por otro lado,
y éste es el complemento perfecto, la evolución de los personajes es lo
bastante compleja e interesante como para convencerte de bajar un poco el ritmo
de lectura y disfrutar despacio de los matices que definen sus personalidades.
Es decir, el guion del cómic funciona tan bien porque no sólo avanza a través
de la pregunta “¿quién es Festivo?”, sino también por la cuestión casi
igualmente difícil de “¿quiénes son estos protagonistas?”. Y a decir verdad, la
razón por la que se nos plantea esta pregunta es porque los personajes
principales son realmente estupendos: todos con puntos de vista y actitudes muy
diferentes, pero al mismo tiempo con un objetivo y un compromiso en común. A
recalcar Dent, cuyo desarrollo de principio a fin es fascinante.
Los secundarios también son muy buenos, cada cual con sus
rasgos particulares y con una función lo bastante ajustada a la historia como
para que ni cansen ni dejen con ganas de más. La forma en que se retratan las
relaciones de los miembros la familia Falcone es especialmente destacable, y
tiene mucho mérito que habiendo perspectivas tan diversas la mezcla no se
vuelva caótica en ningún momento. También hay apariciones de algunos de los
enemigos más emblemáticos de Batman que, honestamente, no se podían haber
empleado mejor. Todas estas intervenciones surgen de una manera que parece
venir a cuento y no como recursos forzados, además de ser memorables y dar pie
a geniales momentos.
Voy a hablar muy poco del aspecto visual porque cualquiera
que me conozca sabe que no entiendo de dibujo ni de artes gráficas, de modo que
me limitaré a decir lo que a mí, personalmente, me transmitieron las imágenes.
Creo que todos los personajes tienen diseños muy interesantes: elegantes y
expresivos, mezclando elementos realistas con otros más exagerados pero que
funcionan perfectamente. Lo que más me ha gustado es el uso del color y de
algunos ángulos especialmente inteligentes: se utilizan mucho las sombras para
crear un contraste magnífico entre lo que se muestra y lo que no, contribuyendo
de manera soberbia a la atmósfera de misterio.
Para concluir debo señalar, sin desvelar nada, que el final
es uno de ésos que te hacen seguir buscando páginas como un loco donde lo las
hay, al menos así fue en mi caso. Cerré el cómic diciendo: “GUAU”.
En resumen, El largo Halloween es una lectura
recomendadísima: definitivamente merecía una mención en este blog, aunque haya
tardado tanto en llegar. Si os gustan los buenos relatos de intriga, os animo a
que le echéis un vistazo. Y para terminar quiero dirigir un especial agradecimiento
a dr.indy y a su blog ¡Menuda frikada! (dicen que nunca es tarde si la
dicha es buena) por su asesoramiento hace ya un tiempo en cuanto a cómics de
Batman y por su consejo de leer esta gran obra: ha sido todo un descubrimiento.